Ya les hable de las cosas que valoramos, de lo que nos hace
valer oro y de porque las cosas que nos hacen felices lo hacen. Hoy les quiero
hablar del futuro, de nuestro apreciado y venerado futuro. Porque la verdad nuestra edad es irrelevante todos lo esperamos
y nos hemos preparado para el desde que
estábamos pequeños. Si sos una niña no
creo que a los 5 años no hayas soñado
con crecer y poder usar los tacones más
altos, usar el maquillaje que veías que tu mami se aplicaba y tener muchos vestidos.
En cada etapa de nuestra vida nuestras aspiraciones cambian,
nuestra meta ya no es la misma y se hace más grande. Cuando estamos en primaria
soñamos con ser algo como un doctor, un
piloto, un policía o ser como nuestros padres. Y la manera en la que nos dicen
que podemos trabajar en ello es sin duda alguna estudiando y con el tiempo nos graduamos
(cuando la gente se graduaba de sexto grado verdad porque ya no pasa). Y de ahí
estamos en el colegio y queremos aún más cosas, algunas personas se mantienen
enfocadas en lo que han dicho querer siempre
y otras encontramos nuevos
horizontes más interesantes ya sea por gusto propio o solo porque no hay otra
opción. Con mucho esfuerzo nos graduamos del colegio y nos creemos invencibles,
que podemos llegar a donde sea que nos lo propongamos(y sin duda es así pero con menos soberbia). Pero falta una última
prueba: la universidad y esto, esto que se avecina es decisivo si lo tomamos con
la importancia merecida ya sea si queremos ser nosotros los que pasemos por
ella o si dejamos que ella pase por nosotros.
Yo pasaré por ella.
Al iniciar, todo parece cuesta arriba, que no se termina
y nos parece engorroso o tedioso,
encontramos cosas que nos agradan hasta el punto de podernos enamorar y otras
que nos parecen irrelevantes, salimos de la burbuja en la que por tanto tiempo
vivimos y cambiamos de zona de confort, de amigos, de rutina o hasta de gustos en algunos casos y así en
medio de una vida caóticamente hermosa(vida de estudiante universitario y no de
mamá huggies ) nos conocemos un poco más, entran en nuestra vida personas que
llegan para cambiarla y según el poder que les otorguemos hacerla mejor o peor. En los tiempos libres ya no solo terminamos trabajos sino que también hacemos
planes a futuro, castillos en el aire, sobre las nubes aún estando parados
sobre el suelo. Poco a poco el tiempo pasa y para nuestra sorpresa más rápido
de lo esperado y un día abrimos los ojos y
nos vemos matriculando la últimas clases, haciendo un curriculum vitae,
inmiscuyéndonos en actividades para tener la tan deseada y buscada (no tan bien pagada) experiencia
laboral, pensando en el día de la graduación y…en el futuro.
¿Cómo?
De repente y de la nada estamos de cara a lo que siempre
hemos anhelado y ahora que lo tenemos a la vuelta de la esquina solo tenemos
ganas de salir corriendo o retrasar todo, porque en algunos casos no podemos
creer que para lo que tanto, tanto nos
hemos preparado ya llego y es que no
nos vemos como creímos que lo haríamos de pequeños. Tengo un super recuerdo con
respecto a esto: una niña de casi 8 años camina por la calle al venir de la pulpería ,al
atardecer, gracias al sol mientras camina contempla su pequeña y redonda sombra y piensa como al
tener veinte será alta, delgada y andará con una cartera en la mano.
Tengo el gusto de informarles que mido 1.53 y soy una
alcachofita que anda por la vida con una mochila aqua(no disfruto mucho las carteras pero si la comida) de arriba abajo y…soy
inmensamente feliz. No es como lo vi pero el camino ha sido maravilloso (me gustaría
aclarar que maravilloso no es sinónimo de perfecto) en algún momento me graduaré y empezaré una vida de adulto más rápido de lo que en realidad quisé o esperé y lo único que
puedo hacer es vivir lista y confiar en algo que a mí me llena (a vos te podría
llenar otra cosa) que es que la voluntad de Dios no me llevara donde su gracia
no me proteja. Claro sin duda tengo un cerro de sueños y aspiraciones, nadie me las quitará,lo importante será el
camino que tome para alcanzarlos (porque hay muchos) no tanto si lo logro a no.
Al final de cuentas eso es lo que te define como persona: por cual sendero decidís
andar. Siempre tengo en mente las
palabras de uno de los mejores maestro que he tenido: “…a ustedes se les llama
a ser esforzados” y aunque a veces no le ponga todo lo que tengo a las cosas
que hago, pronto lo haré porque es lo menos que se puede hacer en este mundo
que convulsiona a cada minuto. No han escuchado esa frase que dice algo como “ lo importante es el camino no
el destino ” o “que la vida es lo que pasa mientras haces otros planes “ me
gusta recordarlas a menudo. Claro que a veces me afano y estreso pensando en el
mañana cuando no tengo que hacerlo, pero con un poco de práctica y consuelo celestial pronto
espero vivir el hoy, un día a la vez. Espero que ustedes también, cuéntenme si están
como se veían en el futuro cuando estaban pequeños o
que les quita la ansiedad con respecto al futuro. Espero estén bien y que sean muy felices, no te olvides de darle compartir y me gusta, hasta el siguiente post.